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domingo, 20 de marzo de 2011

salud materno-infantil 6semestre

Atención materno- infantil
Es considerada como los cuidados, el apoyo, las instrucciones, y el fomento de la salud que proporciona el personal de salud a la embarazada, así como al compañero y a la familia durante la gestación.
Objetivos de  la atención materna
Es que el embarazo , trabajo de parto, y parto de la mujer gestante sea de los más seguro posible con el fin de garantizar el bienestar del recién nacido.
Cuidados del parto
Podemos definir como parto el proceso  mediante el cual se consigue la salud del feto, desde el interior de la cavidad uterina, hasta exterior del organismo materno. La duración de una gestación normal es de 36 a 42 semanas.

Síntomas del parto
Ø  Las contracciones cada 5 a 10 minutos.
Ø  Cuando se rompa la placenta. (no se puede hablar durante las contracciones) puede durar de 8 a 12 horas.


La expulsión del parto
Cuando el médico consiga ver 3 o 4 cm del la cabeza del recién nacido, le pedirá que siga empujando al crio.
Una vez que salga el hombro, luego del otro; el resto del cuerpo saldrá por sí mismo el proceso termina con la expulsión de la placenta.
Depresión posparto
Es una depresión de moderada a intensa a una mujer después de haber dado a luz y se puede presentar después del parto hasta un año más tarde. La mayor parte del tiempo ocurre dentro de los primeros 3 meses.


Síntomas.
·         Agitación e irritabilidad.
·         Cambios en el apetito.
·         Sentimiento de inutibilidad y culpa.
·         Perdida de concentración.
·         Perdida de energía.
·         Dificultad para dormir.
·         Temor de quedarse a solas con el bebé.
·         Preocuparse intensamente por el bebé o tener poco interés en el.            

Signos y exámenes

No existe un examen único para diagnosticar la depresión posparto. El médico puede solicitarle que llene un cuestionario (como la Escala de Edinburgh para Depresión Posparto) en su visita al consultorio para buscar signos de depresión o riesgos para esta enfermedad.
Algunas veces, la depresión después del embarazo puede estar relacionada con otros trastornos médicos. El hipotiroidismo, por ejemplo, ocasiona síntomas como fatiga, irritabilidad y depresión. Las mujeres con depresión posparto deben hacerse exámenes de sangre para buscar causas físicas de dicha depresión.

Tratamiento

Una madre primeriza que tenga cualquier síntoma de depresión posparto debe tomar medidas en seguida para conseguir ayuda. Aquí se presentan algunas otras sugerencias útiles:
  • Solicíteles a su compañero, familia y amigos ayuda con las necesidades del bebé y el hogar.
  • No esconda sus sentimientos. Hable acerca de ellos con su compañero, familia y amigos.
  • No haga ningún tipo de cambios mayores en su vida durante el embarazo o inmediatamente después de dar a luz.
  • No intente hacer demasiado o ser perfecta.
  • Saque tiempo para salir, visitar a los amigos o pasar tiempo sola con su compañero.
  • Descanse lo más que pueda. Duerma cuando el bebé esté durmiendo.
  • Hable con otras madres o únase a un grupo de apoyo.
El tratamiento para la depresión después del parto con frecuencia incluye medicamentos, terapia o ambos.
  • Si a usted le diagnostican depresión, posiblemente necesite un seguimiento minucioso durante al menos 6 meses.
  • Hay varios tipos de medicamentos antidepresivos que se le pueden dar a las madres lactantes, incluyendo paroxítono, cetrarina y nortriptilina.
  • Pregúntele al médico o enfermera respecto a una remisión a un terapeuta de salud mental. La terapia conductual cognitiva (TCC) y la terapia interpersonal (TIP) son tipos de psicoterapia que han demostrado efectividad para la depresión posparto.
Si usted está pensando en hacerse daño a sí misma o a su bebé, busque ayuda médica inmediata.

Grupos de apoyo

Si a usted le diagnostican depresión posparto, los grupos de apoyo pueden servir, pero no deben reemplazar los medicamentos ni la psicoterapia individual.

Expectativas (pronóstico)

Los medicamentos y la psicoterapia profesional con frecuencia pueden reducir o eliminar los síntomas de manera efectiva.

Complicaciones

Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar meses o años y usted puede estar en riesgo de hacerse daño a sí misma o al bebé. Las complicaciones potenciales a largo plazo son las mismas que en la depresión grave.

Situaciones que requieren asistencia médica

Coméntele al médico si experimenta algo de lo siguiente:
  • Su depresión puerperal no desaparece después de dos semanas
  • Los síntomas de depresión se vuelven más intensos
  • Los síntomas de depresión empiezan en cualquier momento después del parto, incluso muchos meses más tarde
  • A usted se le dificulta realizar las tareas en el trabajo o en la casa
  • No puede cuidar de sí misma ni de su bebé
  • Tiene pensamientos de hacerse daño a sí misma o a su bebé
  • Tiene pensamientos sin asidero en la realidad o empieza a oír o ver cosas que otras personas no ven ni oyen
No tenga miedo de buscar ayuda inmediatamente si se siente abrumada y con temor de que pueda hacerle daño al bebé.

Prevención

El hecho de tener un buen apoyo social por parte de la familia, los amigos y los compañeros de trabajo puede ayudar a reducir la gravedad de la depresión posparto, pero es posible que no la prevenga.
Los cuestionarios de evaluación pueden ayudar a la detección temprana de la depresión o los riesgos de padecerla.
Las mujeres que tuvieron depresión posparto después de embarazos pasados pueden ser menos propensas a padecerla de nuevo si comienzan a tomar antidepresivos después del parto.




















EL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
El aparato reproductor de la mujer está formado por los órganos genitales externos y los órganos genitales internos.
Los órganos genitales internos están dentro del cuerpo y son: los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y la vagina.
  • Los ovarios. En el cuerpo de la mujer hay dos ovarios. Tienen forma de almendra y son de color gris blanquecino. En los ovarios “viven” las células sexuales femeninas u óvulos, que están allí desde el nacimiento, como “dormidos” hasta que llega la pubertad. A partir de ese momento, cada mes madura un óvulo y sale del ovario.
  • Las trompas de Falopio. Son dos trompas, como dos tubos huecos, y ¡su forma recuerda a la de una trompeta! El extremo más ancho rodea uno de los ovarios, y el otro se une al útero, de forma que las trompas comunican los ovarios con el útero. Su función es recoger el óvulo cuando éste sale del ovario y llevarlo hacia el útero.
  • El útero fue tu primera casa! Antes de nacer, todos hemos pasado alrededor de nueve meses en su interior. ¡Allí nos hemos formado y hemos crecido preparándonos para nacer! El útero es un órgano hueco que es capaz de aumentar de tamaño según va creciendo el bebé que se está formando en su interior. Imagina una pera plana colocada al revés. En el útero se diferencian dos zonas: arriba, el cuerpo, y abajo, el cuello. La mayor parte de sus paredes están formadas por músculo.
  • La vagina es un conducto hueco y aplanado que comunica el útero con el exterior del cuerpo, con los genitales externos.
Los genitales externos o vulva. Es la parte exterior del aparato reproductor de la mujer, donde se encuentran el orificio de entrada de la vagina, el orificio de salida de la orina y el clítoris. Estos orificios están rodeados por unos pliegues de piel que parecen labios, los labios menores. A su vez, esta zona está cubierta por otros pliegues de piel más grandes, los labios mayores.
                                                  Primeros Síntomas
Cuando una nueva vida comienza a gestarse, la mamá puede percibir primero una serie de signos y síntomas sugestivos que constituyen el diagnóstico presuntivo de embarazo. La magnitud de estos signos y síntomas de embarazo puede variar en cada mujer. Por ejemplo, el atraso menstrual es un signo importante en pacientes cuyo ciclo menstrual es regular, pero puede no serlo en una mujer que experimenta habitualmente retrasos. Asi mismo, los síntomas característicos del embarazo suelen ser más notorios en el primer embarazo de la mujer que en los posteriores. Por lo tanto, ante la duda, será necesario realizar pruebas diagnósticas de embarazo que establecerán un diagnóstico preciso. En esta página pasaremos revista a todos los signos y síntomas de embarazo que puedes experimentar.

Aumento de tamaño mamario

Las mamas se congestionan, se sensibilizan y aumentan de tamaño debido a las hormonas del embarazo. Para muchas mujeres esto ocurre habitualmente previo a la menstruación pero para otras es sugestivo de que algo distinto está ocurriendo.

Cansancio y sueño

El cansancio está estrechamente vinculado con la presencia de hormonas del embarazo como la progesterona y la gonadotrofina coriónica. Además tu cuerpo está "fabricando una nueva vida" y por esta razón el gasto energético es mucho mayor.

Pequeño sangrado vaginal

El sangrado de color rosado o amarronado sin dolor (spotting) puede corresponder a la implantación del huevo en el útero 6 días después de haber sido fertilizado. Si el sangrado aparece conjuntamente con dolores o en mayor cantidad consulta a tu médico.

Náuseas y vómitos

Este síntoma típico del embarazo y que se suele ver en algunas películas, también está ligado estrechamente al incremento de las hormonas progesterona y gonadotrofina coriónica. Generalmente las náuseas aparecen por la mañana y pueden continuar durante todo el día.

Mayor percepción de olores

El aumento de las hormonas del embarazo también te puede dar una mayor percepción olfativa. Tal vez prestes más atención a los olores que antes pasaban desapercibidos.

Apetencia o repulsión de ciertos alimentos

Aparece como consecuencia de cambios sensoriales y por la producción de la hormona gonadotrofina coriónica. Es la explicación científica de los conocidos "antojos". Puede que tengas ganas de comer ciertos alimentos, como también rechazo por otros.

Disminución de la tensión arterial

La relajación de la pared de los vasos sanguíneos, por la presencia de las hormonas propias del embarazo, determina su dilatación y en consecuencia el descenso de la presión.

Mareos y desmayos

Pueden aparecer mareos y/o desmayos como consecuencia de la disminución de la tensión arterial por las hormonas del embarazo.

Aumento de la frecuencia miccional

Por el incremento de los líquidos corporales, como la sangre y otros fluídos, que se hacen presentes durante el embarazo es mayor el filtrado del riñón y en consecuencia la frecuencia miccional. Además, a medida que el embarzo progresa, el tamaño del útero aumenta y la vejiga que está en contacto íntimo con él, se congestiona determinando una necesidad de orinar frecuentemente.

Atraso menstrual

Es el signo más típico en mujeres con ciclos menstruales regulares. Los tests de embarazo pueden hacerse inmediatamente antes del primer día de atraso.

Aumento de la temperatura corporal

La progesterona, hormona que es segregada en grandes cantidades por el cuerpo lúteo del ovario, determina un aumento de un grado en la temperatura habitual del cuerpo. Si llevas el registro de tu temperatura basal podrás notar que la temperatura permanece igual al día que subió como consecuencia de la ovulación.

Aumento de tamaño del abdomen

En un embarazo menor de 12 semanas, no es debido a la presencia del útero, sino a una distensión intestinal por aire retenido.

Dolores pelvianos

Se deben a la congestión y crecimiento del útero. La sensación es similar a la proximidad de la menstruación o a los dolores que se experimentan durante la misma.

Constipación y flatulencia

La progesterona, hormona que es segregada en grandes cantidades por el cuerpo lúteo del ovario, determina un enlentecimiento del tránsito intestinal y como consecuencia también produce flatulencia.
Cambios físicos y psicológicos en el primer trimestre de embarazo
CAMBIOS FÍSICOS
Durante el primer trimestre, la mujer centra su atención sobre todo en los cambios físicos. A la ausencia de menstruación, se suelen añadir algunas molestias en la pelvis y un aumento de las secreciones vaginales.
La mujer se siente más cansada y tiene más sueño de lo normal, ya que su cuerpo está trabajando muy duro para formar la placenta y para el desarrollo del embrión. Es posible que también sufra mareos y vómitos al levantarse por las mañanas.
Esto es debido a los cambios metabólicos y hormonales que está experimentando, especialmente a la concentración de la hormona gonadotropina coriónica humana o HCG, encargada de segregar estrógenos y progesterona al inicio del embarazo. Esta hormona es la que detectan los análisis de sangre y orina para saber si la mujer está o no embarazada.
También es común que la futura madre sienta necesidad de orinar con más frecuencia porque el útero comienza a presionar sobre la vejiga.
Aumenta el volúmen de los pechos y están más sensibles debido a la acción de los estrógenos y de la progesterona. Estos cambios se producen como preparación a la lactancia.
La aréola, el área pigmentada que rodea al pezón, adquiere una coloración más oscura y por debajo de la piel aparece una red de líneas azuladas que suministra sangre a los pechos.
Es también en este periodo cuando aumenta la producción de sangre de la madre (hematopoyesis) que tiene como función principal favorecer el intercambio de nutrientes con el sistema sanguíneo del feto.
Esta mayor producción de sangre, en torno a un litro o litro y medio más de lo normal, da a la mujer ese aspecto saludable y resplandeciente que se dice que adquieren las embarazadas.
En este periodo se suelen aumentar entre 1 y 2 kilos de peso si no ha habido problemas con las náuseas. Este aumento de peso no corresponde en su totalidad al feto, sino también a la placenta, al líquido amniótico, al útero, a los pechos y al aumento del volumen de la sangre.
CAMBIOS PSICOLÓGICOS
Durante el primer trimestre del embarazo es frecuente que la mujer experimente también bruscos cambios de humor. Esto se debe probablemente a los cambios hormonales necesarios para que el cuerpo pueda mantener el embarazo.
Algunas mujeres experimentan un sentimiento contradictorio respecto a la maternidad, incluso cuando el embarazo ha sido planeado, y se plantean si están preparadas para ser madres. Los estados de inseguridad y ansiedad se alternan con estados de euforia.
Estas inquietudes van desapareciendo a medida que avanzan los meses y la mujer se adapta a su nuevo estado.








1° semana del embarazo
Tu óvulo fertilizado (alcanzado por un espermatozoide), se divide por primera vez tan sólo 1 día después de haber sido fecundado. La división continúa los siguientes días y se forma una bola, llamada blastocito, que en los primeros 4 días puede llegar a tener más de 100 células. A los 5 días, éstas empiezan a separarse en 2 grupos. El grupo de células del aro exterior formará la placenta que acogerá a tu bebé. Las células del aro interior se convertirán en el embrión en sí mismo. Estas células interiores son las llamadas células madre, que tienen la extraordinaria capacidad de transformarse en más de 200 clases de células de cualquier parte del cuerpo (por eso son tan interesantes para investigar tratamientos de determinadas enfermedades).
Con 7 días, el óvulo fertilizado desciende por las trompas de Falopio y llega hasta el útero, su refugio en los próximos 9 meses.
Ya ha pasado más de una semana desde la concepción, aunque hasta que tengas la primera falta en la regla, no sabrás nada sobre tu embarazo. Aunque, todo hay que decirlo, hay mamás que notan cambios hormonales enseguida. Sea como sea, estás embarazada
Semana 2. Primeras formas. El tubo neural
El embarazo se mide en semanas a partir de la última regla, pero el bebé se concibe antes. A partir de la semana 2 del embarazo, se desarrolla lo que llamamos embrión, que tiene básicamente una cabeza, un tronco y una cola rizada. Las primeras semanas de embarazo son muy importantes porque, aunque todavía es un embrión, empieza a desarrollar los cimientos de lo que serán sus órganos, sus rasgos y su sistema nervioso.
Aparecen dos pequeñas cavidades oculares y la formación de sus orejitas y sus ojos entran en una fase primaria. Además, se va haciendo hueco para huesos, músculos, riñones, pulmones, intestinos y sistema digestivo.
También se empieza a desarrollar el tubo neural, un tubo al descubierto sin piel ni huesos que se convertirá en el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso y la columna vertebral.
La placenta, que es el órgano que nutrirá al bebé en los próximos nueve meses, también se empieza a formar. Tu volumen de sangre aumenta en un 50%, para afrontar  la demanda de oxigeno del feto que crece en tu interior. Dentro de tu cuerpo, creas un mundo seguro para que tu pequeño pueda desarrollarse, protegido del mundo exterior, acurrucado.

Con solo 3 semanas de embarazo
el corazón es un grupo de células musculares aletargadas y diminutas, pero que sobre los 22 días explota de vida. Una célula se contrae espontáneamente, contagia a sus vecinas y comienza una reacción en cadena hasta que todas las células del corazón empiezan a latir. ¿No es alucinante? ¡Es como si unas animaran a otras a bailar! Estas células están programadas para controlar los latiditos del bebé hasta que el cerebro se haga cargo en las próximas semanas.
Por ahora, el corazón distribuirá el alimento y el oxígeno que el embrión necesita para crecer. el corazón del futuro bebé ya late y lo hace con una media de 150 pulsaciones por minuto. ¡Casi el doble que un adulto! De todos modos, no podrás escuchar sus latidos aproximadamente hasta la semana 12 y lo tendrás que hacer con el auscultador  que usan los médicos , aparatos especiales o comprobarlo en la primera ecografía. Sólo a partir de la semana 27 podrán escucharlo quienes se apoyen en tu abdomen.





El embrión en la semana 4 de embarazo
tiene el tamaño aproximado de una judía y crece un milímetro al día. Sus ojos empiezan a distinguirse como dos puntos negros.
Empiezan a desarrollarse los bultitos que formarán más tarde sus brazos y piernas.
Además, en la cuarta semana ya habrá capas de tejido que formarán el rostro de tu bebé. Su diminuto corazón, formado ahora por una única cámara, va más rápido.

Semana 5. Un pequeño gran estirón

 Al principio, el embrión es tan pequeño que sólo podría verse con un microscopio. Sin embargo, durante estas 5 semanas de embarazo multiplica por 40 su medida.
El bebé será único. Tu embarazo ha empezado por la fusión de un óvulo con un espermatozoide, cada uno con su propio ADN. Dicha unión forma una serie de 46 cromosomas que determinan todas las características hereditarias del bebé: sexo, constitución, cabellos, color de los ojos, color de piel, rasgos de su cara y algunos  rasgos de su personalidad. Su ADN determina su desarrollo durante las 40 semanas del embarazo y a lo largo de toda su vida.

Semana 6. Una cabeza grandota

El embrión cabría dentro de una nuez en la semana 6 del embarazo. Sus ojos están ahora más separados y la cabeza es enorme en comparación con el cuerpo, supone un tercio del cuerpo entero.Esta desproporción será la tendencia del pequeño incluso en sus primeros años de vida.

Semana 7. La neurogénesis

Alrededor de la semana 7 de embarazo, el embrión se convierte en feto. En esta etapa, los tejidos y los órganos formados en la fase embrionaria maduran .
La cola del embrión empieza a caer. El corazón late y el esqueleto adquiere forma. El bebé crecerá más del doble esta semana: medirá alrededor de 1 centímetro. La placentasigue formándose y empezará a pasar nutrientes de tu cuerpo al del bebé y retirará sus productos de desecho. El cordón umbilical, la línea vital entre madre e hijo, empieza a crecer y ensancharse.
La neurogénesis es un proceso de división celular extremadamente rápida que produce neuronas. El cerebro del bebé tendrá mil millones de neuronas. La mayoría de los “circuitos” de tratamiento de la información se forman durante los primeros cuatro meses de embarazo. Por increíble que parezca, a diferencia de otras partes del cuerpo humano, el cerebro no genera nuevas células (aunque hay nuevas investigaciones que hablan de nacimiento de algunos tipos de neurona). Aún así, aunque es difícil que se renueven, las neuronas tienen una vida muy larga (alrededor de 100 años).

Semana 8. Primeros rasgos. La placenta le alimenta

Durante la semana 8 de embarazo el feto medirá entre 1,5 y 2 centímetros. Ya tiene párpados, labio superior y  nariz y orejas se están empezando a formar. El cuerpo se está alargando, pueden reconocerse lo que serán brazos y piernas, y es posible ver el esqueleto a través de su piel, que es translúcida. El esqueleto está formado por un cartílago suave todavía, no son huesos. Los órganos como el corazón y el hígado funcionan y siguen especializándose.
Hasta ahora, el embrión dependía del saco vitelino que, según se cree, le proporciona nutrientes y células sanguíneas en estas primeras semanas. A los 2 meses, tu futuro hijo deja de ser un embrión para ser oficialmente un feto. Es entonces cuando la placenta asume la función de alimentarlo a través del cordón umbilical unido al útero. Éste será a partir de ahora su sistema de alimentación durante todo el embarazo. Recibirá comida, oxígeno y agua. Pero también otras sustancias nocivas que como mamá ingieras. Ten cuidado con determinados medicamentos, la nicotina o el alcohol.

Semana 9. Primeros movimientos (pero no te impacientes, todavía no los percibirás)

En la semana 9 de embarazo los párpados del bebé ya se han formado pero están fusionados. Se abrirán alrededor de las 26 semanas. Las costillas están creciendo en torno a los delicados órganos internos. Aparecen las rodillas y los codos. Los brazos, piernas y dedos se ven mejor. Se empiezan a desarrollar más que nunca formándose las huellas digitales.
En esta semana empieza a desaparecer por completo la cola que se veía en las semanas anteriores.
Además, el bebé ya se mueve, aunque no seas capaz de sentirlo. El sistema nervioso extiende sus conexiones por todo el cuerpo y realizará movimientos espasmódicos e involuntarios que el cerebro no controla todavía. El feto pasará de estar quieto a temblar de vez en cuando.

Semana 10. Nuevas neuronas. Primera ecografía

Durante la semana 10 del embarazo las uñas están creciendo. Los intestinos crecen y se colocan en su lugar. El bebé empieza a preparase para digerir alimentos cuando nazca porque la glándula tiroidea, el páncreas y la vesícula comienzan a funcionar. El crecimiento del cerebro aumenta rápidamente: aproximadamente 250.000 nuevas neuronas se producen cada minuto.
Alrededor de la semana 11 comienza el desarrollo externo de los órganos sexuales, aunque todavía es difícil saber con exactitud cuál es el sexo del bebé. Todo eso se está manifestando en un feto que mide unos 4 cm y pesa unos 5,5 gramos.
Entre la semana 10 y la 14 te harás tu primera ecografía. Gracias a ella, sabrás si el ritmo cardíaco del bebé es normal, si puedes tener gemelos…

Semana 10 embarazo: cambios en la embarazada

A estas alturas, tras apenas dos meses de embarazo, el útero ya ha aumentado bastante de tamaño y ocupa la mayoría de la pelvis. Podrás palparlo en la zona del pubis.

Semana 11. Los órganos se desarrollan. Primeros actos reflejos. Tu bebé se entrena para andar

Cerca de esta semana 11 del embarazo, el feto empieza a generar sus propios glóbulos rojos. Además, comenzará a producir orina, el principal componente del líquido amniótico. La piel es todavía transparente y su cuerpo se va alargando. Aun así, la cabeza es un tercio del largo del cuerpo. En el caso de tener un hijo varón, esta semana sus testículos comenzarán a producir la hormona masculina testosterona. Ya medirá casi 6 centímetros y pesará 9 gramos.
En estas semanas la transformación es espectacular. Se ha producido la metamorfosis, el embrión ha aumentado 5 veces de tamaño, 200 células han tomado posiciones y algunos músculos y nervios se mueven. Tiene hígado, riñones y un estómago del tamaño de un granito de arroz.
El feto puede empezará desarrollar uno de sus reflejos ya en la semana 11. Comenzará a mover las piernas y rebotará y saltará en las paredes del útero. Se trata del reflejo patelar, un recurso biológico que nos programa para andar.

Semana 11 embarazo: cambios en la embarazada

La cantidad de sangre que circula por tu cuerpo sigue aumentando. Es posible que tu respirar sea más rápido y que transpires más de lo usual.  Además de un olfato más pronunciado puede ser que notes que produces más saliva.

Semana 12. Sus latidos

Tras 12 semanas de embarazo, todos los sistemas principales del cuerpo y órganos como el estómago, el hígado, los pulmones, el páncreas y los intestinos están formados y en su sitio, aunque no están desarrollados del todo. La cabeza llega a ser más redondeada y su perfil se va definiendo.
Además, empezarás a escuchar el latido del corazón del bebé con más facilidad.
Todavía mide 6 centímetros y tiene unos 14 gramos de peso.

Semana 12 embarazo: cambios en la embarazada

Durante esta etapa notarás que tu piel está más suave y radiante. Ésto es debido a las hormonas del embarazo y el aumento del volumen sanguíneo. El aumento del flujo sanguíneo hace llegar más sangre a los vasos sanguíneos, y las hormonas aumentan la secreción de las glándulas sebáceas, dándole un aspecto fresco y sano a la piel.

Semana 13. Aumento de peso

Semana 13 del embarazo. El bebé está comenzando un período en el que aumentará rápidamente de peso y longitud. Ahora tiene aproximadamente entre 6.5 y 7.5 cm de largo y pesa entre 14 y 21 gramos.
Durante esta semana de embarazo las orejas y los ojos se están moviendo hacia su posición. Ya han aparecido los 27 huesos de la mano y pronto el bebé comenzará a chuparse el dedo. Es un momento muy especial, ya lo verás

Semana 13 embarazo: cambios en la embarazada

Por fin notarás que en la semana 13 de embarazo tu cuerpo empezará a cambiar. La cintura se ensancha y es difícil utilizar la ropa que tenías antes del embarazo, tus faldas o pantalones.  Tus secreciones, como el sudor, el flujo vaginal y la saliva, son mucho más abundantes que antes. Notarás que tu sentido del olfato está más desarrollado de lo normal.

Programa nacional de atención materno infantil 1999
ü  Riesgo reproducctivo pre- conceptual.
ü   Aborto
ü  Enfermedades hipèrtensiva del embarazo.
ü  Cesareas.
ü  Bajo peso al nacer.
ü  Infecciones perinatales.
ü  Sepsis (1)
ü  Infecciones repiratorias agudas
ü  Accidentes
ü  Lactancia materna
ü  Diagnostico precoz del cáncer cervico-uterino
ü  Anomalías congénitas.



                                

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